El camino de la consciencia

Tu divinidad reside en tu consciencia.

Tu consciencia es ese reconocimiento del punto de encuentro entre tu esencia y tú materialización y su interacción.

Arcángel Jofiel

Si explicamos el término «vida» desde un punto de vista físico y biológico, sería algo así como «la vida es el estado animado de la materia que da origen a un ser vivo». Y si lo hacemos desde un punto de vista energético-espiritual sería «la vida es eso que se genera cuando la energía de tu alma viaja a través de cada una de tus células creando el ser vivo que eres». Ambas definiciones son lo mismo, descritas solo desde diferentes puntos de vista.

Cuando la energía de tu alma habita tus neuronas cerebrales se manifiestan pensamientos y cuando llevas a cabo los procesos de entendimiento, asimilación y reconocimiento de la unión de tu energía y tu cuerpo, entonces estás viviendo en un estado de consciencia tangible, es decir, es cuando pones plena atención a tus pensamientos, emociones, acciones y reacciones como «ser vivo que eres» y te encuentras presente con todos tus sentidos y tus planos orientados en el aquí y el ahora.

Recordar, reconocer y aceptar que eres espíritu y energía antes que un cuerpo físico es solo el primer paso del «camino» al que llaman de muchas maneras como despertar de consciencia, espiritualidad consciente, evolución, etcétera. Este «camino» no es nada más que vivir la vida misma con plena consciencia recordando siempre que eres un ser integrado por distintos planos (espiritual, mental, emocional, físico y energético). Cada experiencia de vida y paso de este camino te lleva a vivir tu realidad, teniendo presente que cada lección es un reencuentro constante con tu propia esencia pero creciendo y cambiando a través del tiempo mediante tus aprendizajes.

Dando continuidad al primer paso de reconocerte como ser integral, el segundo paso en tu camino es la práctica de la atención constante a ti mism@: a como reaccionas, como piensas y como sientes ante cualquier experiencia y de esta manera te autodescubras y autoconozcas y con el tiempo puedas ejercer un autocontrol (lo cual requiere de mucha práctica y constancia).

En consecuencia, el tercer paso de este camino es: Vivir como parte de la consciencia universal. Tener consciencia y control de ti es la base de muchos de tus procesos y el punto de partida de una nueva forma de vida, una vida con sentido: El sentido de la consciencia. Conforme avanzas en tu camino (de vida, de despertar de consciencia, de evolución, etc.) y tú autoconsciencia es mayor, tu conocimiento sobre el entorno y tú percepción de vida cambia porque comienzas a comprender entonces el concepto del «todo» de manera palpable y tu concepto de «individualismo» empieza a desvanecerse y con ello el «ego» dando paso a una versión de tu concepto del «yo», ahora como una parte del «todo» en este universo.

Sabiendo que Dios es todo y es Universo es fácil reconocer a cada ser vivo como parte de éste. Todos estamos formados de la misma materia y la misma energía independientemente de la frecuencia y el nivel de consciencia en el que se encuentre cada ser, así comprendes entonces que el «ego» es tu principal limitante para tu aprendizaje, crecimiento, tu paz y felicidad.

Vivir con consciencia, es vivir en constante reconocimiento.

Abrazo de Luz, Chyo.

Publicado por Chyo Rosas

Maestra, Psicóloga certificada en Educación Emocional y Terapeuta de Canalización Espiritual

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