El arte de la humildad

«No juzgues a aquél que actúa desde su ignorancia, pues gracias a ello puede que sea tu más grande Maestr@».

La soberbia es una limitación para el aprendizaje y crecimiento, es muy común que se confunda con empoderamiento. Ser humilde jamás restará al proceso de evolución, sin embargo confundir la humildad con sumisión hace que no sepan como vivirla. Por tanto la soberbia también es un tipo de ignorancia.

Arcángel San Gabriel

Consejos para practicar la humildad

La Real Academia Española (RAE) define la palabra humildad en su punto número uno como una«Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y en obrar de acuerdo con este conocimiento» (1). Partiendo de esta explicación, podemos decir que practicando esta virtud puedes desarrollar tu capacidad de autoconocimiento. Conocer tus limitaciones así como tus cualidades y talentos es igual de importante pues es la base y el primer paso para muchos de los procesos que vives a lo largo de tu vida como de sanación, cambio para mejora de hábitos, aprendizaje, transformación para crecer y ser mejor persona, etc.

Cada proceso en tu vida parte de un punto básico y conocerte a ti mism@ por lo general es uno de los mas importantes ya que te permite saber en donde estas parad@ y así definir hacia donde vas, es decir, el camino al objetivo o meta a lograr. Ser humilde durante este trayecto te ayuda a reconocer donde puedes aplicar mejor tus capacidades para bien y donde trabajar más para superar tus limitaciones. Ir paso a paso y siendo constante, alcanzarás lo que te propongas.

La humildad jamás es una limitación para reconocer y potenciar tus cualidades. Por el contrario, ser humilde al reconocer tus limitaciones y enfocarlo de manera positiva trabajando en ti es crecer y evolucionar hacia tu desarrollo personal. No hay mayor fuente de empoderamiento que tu autodominio.

Ser humilde contigo y hacia los demás puede ayudarte a desarrollar otras virtudes, como por ejemplo: la empatía. Una actitud humilde, te permite ver el mundo con un sentido de igualdad y empatía. Tratar a los demás con respeto y consideración es una muestra de sabiduría interior, pues valoras a cada persona por quién es en esencia pura sin prejuicios sociales, limitando y menospreciándolas por su formación, escolaridad, estatus socioeconómico, raza, identidad de género, etc.

Asimismo asociar la humildad con sumisión es un error más frecuente de lo que parece, por ello existen puntos claves que marcan la diferencia como nunca perder la dignidad y no ir en contra de ti mism@. A través del tiempo personalidades como Madre Teresa de Calcuta, Gandhi, entre muchos otros nos han enseñado que la humildad es más que una virtud, es una forma de vida y un claro camino que te dirige hacia la felicidad plena. También son un claro ejemplo de lo que se menciona arriba sobre cómo la humildad no está peleada con el empoderamiento personal, pues estás mismas personas son líderes, ejemplos de vida y una auténtica generación de verdadera inspiración de miles de personas.

Vivir con actitud de servicio y amor hacia los demás, enfocad@ siempre al bien común, sin vanagloriarse es una forma de vivir la humildad y de acercarse a una vida auténtica, libre, sincera y feliz. Alejándote así del narcisismo y la soberbia es como podrás vencer tu propia ignorancia y romperás los prejuicios con los que percibes al mundo de manera equivocada.

Con amor, Chyo.

Bendiciones

Fuentes citadas:

  1. https://dle.rae.es/humildad

Publicado por Chyo Rosas

Maestra, Psicóloga certificada en Educación Emocional y Terapeuta de Canalización Espiritual

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